Este artículo fue publicado el 29 de junio de 2020. / Fotografía: Diario de Levante
El pasado mes de mayo se cumplieron 29 años del primer ascenso del único primer entrenador colomense que ha estado en la ACB, Andreu Casadevall, con el CB Llíria, lo que además hizo historia con el ascenso, le marcó su vida personal, al conocer a su mujer y madre de sus dos hijos, y tener a Llíria como su residencia de adopción.
Presentamos el artículo íntegro publicado en el Levante El Mercantil Valenciano el 23 de mayo de 2016, escrito por Juanma Romero.
"El equipo valenciano no era candidato esta temporada a luchar por el ascenso. Un joven Andreu Casadevall, con 28 años en ese momento, tomó las riendas de un Llíria colista. Contra todo pronóstico, en el Pla de l'Arc va conquistar el paso a la ACB.
«Esa noche nadie durmió en Llíria», así recuerda Andreu Casadevall, técnico en ese momento del Choleck Llíria el mágico día del 25 de mayo 1991. Esta tarde el conjunto edetano escribió con letras de oro la página más brillante en su historia después de conseguir el ascenso a la liga ACB. La localidad de la comarca de Camp de Turia recuerda con nostalgia la boda de oro de un premio deportivo que puso en Llíria en el mapa del baloncesto de élite en España. El próximo miércoles se cumplen 25 años de todo un hito. El equipo valenciano no era candidato esta temporada a pelear por el ascenso. Tras un inicio irregular y presidido por un hombre que llevaba el baloncesto y sobre todo su Llíria en la sangre como Pepe Morato, hubo un relevo en el banquillo que después sería clave. Lluis Andes renunció por motivos personales y un joven Andreu Casadevall, con 28 años en ese momento, tomó las riendas de un Llíria colista y el objetivo era evitar el descenso. Tras un viaje a Gijón donde vio en directo las evoluciones de la plantilla, el entrenador de Santa Coloma guió al equipo no sólo a salir de los puestos de descenso sino a conseguir meterse en puestos de play-off de ascenso pero sin aspectos que poder conseguirlo.
El Cajamadrid de Brabender fue el primer arrecife. En una eliminatoria ajustada los edetanos se impusieron por 2-1 y se hallaron en una final casi de incógnito. El último rival era el Prohaci Mallorca. El conjunto balear había quedado campeón de la fase regular y era el máximo favorito por ascender. Además en Llíria se recelaba con que a la ACB le interesaba el ascenso de los mallorquines por aquello de que el baloncesto de élite llegara a la isla y no tanto a Valencia, donde un joven Pamesa Valencia daba sus primeros pasos. El Choleck Llíria hizo la hazaña y regresó de Palma de Mallorca con un 0-2. El ascenso quedaba a un partido y con el pabellón Pla de l'Arc como testigo.
Estos días en Llíria la gente no hablaba de otra cosa que no fuera el ascenso. «Esa semana fue complicada. Al llegar de Mallorca la gente nos estaba esperando. En la calle y los aficionados te paraban y preguntaban sobre el partido. La semana se hizo eterna y nos metimos mucha presión», recuerda Casadevall.
Con gente casi colgada de techo, Pla de l'Arc se llenó dos horas antes de que arrancara el partido ese mágico sábado 25 de mayo. Los nervios iniciales fueron poco a dejándolo atrás, y el Choleck Llíria demostró que era su año. «Una recuperación final de Chus Bueno nos guió al triunfo. En ese momento supe que lo habíamos conseguido», comenta Andreu Casadevall. A finales 92-84 y Llíria era de ACB.
Carlos García, era miembro de esa plantilla. Nacido en Llíria posteriormente tuvo la oportunidad de jugar con el club en la ACB. «Lo que nos jugábamos si lo piensas en perspectiva era terrible. Estaba en juego algo increíble y casi imposible como subir a la ACB. Menos mal que hay fotos, si no, no me lo creería todavía», afirma el ex jugador.
«Aún te emocionas cuando recuerdas aquello porque de una población con 15.000 habitantes y subir a la ACB era un sueño que se hizo realidad. Fue un trabajo de gente de pueblo que poco a poco cimentó un proyecto como aquél», apunta Casadevall.
Francisco Aurioles, Chus Bueno, Carlos García, Paco Jiménez, Mariano Villagrasa, Alberto Frías, Alfonso García, Goyo Carrillo, David Cooke, Miguel Ángel Navarro y los juniors Carlos Torrijos y Quique Andreu fueron los héroes de ese «descarado» ascenso.
El después llamado Ferris Llíria estuvo durante dos campañas en la ACB, aunque esto ya es otra historia"