Artículo publicado el 8 de noviembre de 2021
En marzo de 1989, la desaparecida publicación colomense Gramenet 2000 ofrecía en sus páginas una entrevista con un joven Ferrán Martínez, el jugador colomense con mejor historial deportivo conseguido.
Ésta es la entrevista íntegra:
“De pequeño veía jugar a su ídolo, Epi, por la selección, con el que años más tarde, quien se lo iba a decir, sería compañero de equipo en el Barcelona de Basket. Si le preguntas que tres cosas se llevaría a una isla desierta, te contestará que primero su novia. Y es que Ferrán Martínez, tiene las ideas muy claras. Es consciente de sus posibilidades y sabe que con trabajo y tesón, más tarde o más temprano, su día llegará. Fue el primer colomense “olímpico”, pero eso ya es historia. Ahora tiene la vista puesta en el 92 y, sobre todo, en el Barça de la mano del cual debe triunfar.
Comenzó a jugar al basket por hobby con tan solo ocho años en el colegio Mireia de Montgat. Medio en broma medio en serio poco a poco fue hacia arriba en centímetros y en juego. Con la ayuda de Jaume Berenguer, un buen día, cuando Ferrán tenía ya trece años vino el salto al FC Barcelona. Después de dos temporadas en el primer equipo Aito García Reneses decidió que fuese cedido por una temporada al IFA Español.
La verdad es que en un principio no me lo esperaba, pero luego, hablando con Aíto, comprendí que era lo mejor para ambas partes. Para mí era muy importante jugar muchos minutos ya que en los últimos dos años no los había tenido. Sabía que en el Barcelona no hubiera tenido esa oportunidad y, ahora en el IFA sí.
No, que va. Lo miro como un año de transición. Lo más importante para un jugador es demostrar lo que está aprendiendo en la pista, y estando en el banquillo, no lo puedes hacer.
Bueno el caso de la selección es diferente porque ya se sabe que escasean los pívots. Díaz Miguel me dio la oportunidad de poder ir, primero al Europeo de Atenas y luego al Pre-Olímpico y a Seúl. Gracias a esto no me he desmoralizado tanto y he podido seguir trabajando fuerte y con más moral.
No, creo que cada jugador se tiene que hacer la confianza de los demás trabajando en los entrenos y jugando bien. Creo que no he defraudado a nadie. La gente tiene que confiar en mí porque yo quiero llegar a lo más alto.
Ferran Martínez, debajo de la mítica canasta del Cola Cao, en los Jardines de Can Sisteré / Fotografia: Gramenet 2000
Eso no se puede decir nunca, pero lo que sí está claro es que él con 17 años jugaba cuarenta minutos con su equipo. Al haber jugado de titular durante los tres últimos años ha tenido una progresión muy fuerte, mientras que yo apenas si he podido jugar.
Estudiará económicas
Ferrán es consciente de que la vida de los deportistas es efímera. Por eso, en los pocos ratos libres que el basket le deja, estudia por su cuenta. Este año intentará acabar COU y el próximo ya tiene pensado realizar la carrera de Económicas.
Esto de las caras siempre me lo han dicho. Soy una persona normal, que unas veces hace las cosas bien y otras mal.
Uno piensa que un día Ferrán explotará y demostrará a mucha gente que es un gran jugador.
Es muy difícil en el basket actual explotar y romper moldes. Tienes que subir poco a poco y actualmente con la plantilla que tiene el Barcelona es difícil porque cuenta con los mejores jugadores y los mejores americanos. Yo espero que a base de trabajar vaya mejorando, de hecho este año lo estoy consiguiendo gracias a los minutos de juego y al no tener desplazamientos por Europa tengo más tiempo para trabajar el tema de las pesas y la preparación física.
Hombre claro que sí, como siempre, aunque ahora contaré con más experiencia y sobre todo con más con más confianza que es quizás lo que me faltaba antes.
No, no. Como no te esfuerces al máximo nadie te va regalar nada ni hacer nada por ti. Si no te esfuerzas al máximo es imposible que te salgan las cosas.
Creo que a veces hace falta un poquito de suerte para que las cosas salgan como uno espera y sobre todo que las lesiones te respeten.
Mejorar
En general, todo, aunque quizá tenga que poner especial atención en la defensa, mejorar mis movimientos defensivos, porque el ataque, aunque también tengo que mejorarlo, siempre se me dado mejor.
Claro que sí. Después de la Olimpiada de Seúl, que no fue lo bien que todos queríamos, ahora estamos pensando en Barcelona para empezar desde abajo y demostrar que estamos en los equipos de la élite mundial.
Da una gran moral machacar un balón porque es como una muestra de que superas a tu rival ampliamente. Además, es una sensación de poderío delante de tu contrario que te da muchas más ganas de seguir adelante en el partido.
En los dos sitios, aunque a base de que te pongan gorros pues aprendes de ellos y luego ya sabes por dónde tienes que tirar para que no te los pongan más.
A finales de abril cumplirá 21 años. Por delante le espera un brillante porvenir que a buen seguro no dejará escapar. Sus 212 centímetros, medio más, me apunta, le llevarán muy alto dentro de las pistas de baloncesto.
Y si no, al tiempo.