¿Sí al baloncesto? ¿Por qué elegir este deporte para los niños?

Artículo publicado el 15 de junio de 2022

Artículo publicado por el entrenador Alberto Monte en la página web Sportball en abril de 2019

Cuando una madre o un padre debe decidir sobre inscribir o no en un deporte el suyo hijo, por qué debería elegir el baloncesto? 

Baloncesto son valores como el compañerismo y el trabajo en equipo para obtener lo mejor resultado. También humildad, ser muy bueno en alguna disciplina, y ser consciente de que no lo estás en las demás, que necesitas de los tuyos compañeros para obtener lo mejor resultado posible. 

También incluye mentalidad, mejorar todos los días más, en Baloncesto necesitas todas las cualidades para alcanzar el éxito, las propias y del resto. Puntuar en todo es esencial, no sólo anotar, es necesario sumar, defensa, rebote, control, pase, dribbling, velocidad , salto … hay tantas.

Hooliganismo en baloncesto? 

Otra de las cualidades excepcionales del baloncesto ha sido la capacidad de resistir una lacra cómo el hooliganismo. Fomentar el respeto como valor esencial. Respeto los árbitros y el rival, el compañero y el entrenador, siempre en las dos direcciones.

_{Fotografia: unsplash}

Un árbitro era respetado, con los sedes aciertos y los sedes errores, al igual que los tenía un jugador, se respetaba en todo caso a la persona, desde el primero al último. Recordemos instituciones como Dick Bavetta o Miguelo Betancor, en Bozidar Maljkovic o Aito García Reneses, en Epi o Fernando Martín, en Jordan o Magic.

En el baloncesto se admitían las faltas, se levantaba la mano cuando alguien hacía una y era silbada por el árbitro. Había contactos, pero pocas veces peleas , había discusiones, pero no problemas, era un deporte noble, de jugadores nobles, de entrenadores nobles.

¿Y por qué en pasado? 

Porque algo sí ha cambiado. Se han perdido por el camino algunos valores y se han heredado vicios que ya no admiten como universal los antes relatados.

Ganar siempre fue el objetivo, ahora lo está a cualquier precio. 

El individualismo, imperante en todos los ámbitos de la sociedad, chocaba con la mentalidad colectiva del baloncesto. Pero cada vez menos. Para algunos, padres, entrenadores, directivos, no sólo ganar importa, también obtener cuota de mérito. Despreciando si es necesario el resto de los actores implicados. Ser máximo anotador es la meta, ganar la liga, el MVP, el camino para lograrlo no importa .

Ganar a cualquier precio también es meta de entrenadores y cuerpo técnico de los equipos. Priman resultados deportivos sobre resultados educativos. En algunos casos no hay valores que aportar, más allá del ganar para ganar. Un mal comportamiento en pista no se castiga si eres quien mete la cesta?.

LeBron James, Russell Westbrook, Steph Curry, James Harden son los ídolos a seguir, sin embargo, es sano que una niña o niño de 8 años, 10, o 12 años tenga que lanzar 30 veces en un partido? ¿Y el resto? ¿Es “ trabajo en equipo ” sacar de lado y pasarle la bola? Triste situación, mucho más si el entrenador lo fomenta y aplaude.

Y por último, la parte más grave, el respeto. Es necesario para triunfar faltar el respeto a todos los niveles?. Se desprecia al rival, intentando ridiculizarlo cuando metas una cesta. Se desprecia al compañero, no se busca hacer mejor el tuyo equipo y los tuyos compañeros, sino ser el mejor. También hay desprecio ninguna a los tuyos jugadores, faltas de educación, gritos, insultos; graves ya en adultos, intolerables con niños y adolescentes. Hay desprecio hacia tu propio equipo si prefieres como directivo ganar en la oficina un partido en lugar de en el parqué como también se desprecian las normas, si buscas constantemente incumplirlas, siempre que no te pillen.

Es este el deporte que amamos? Es este el deporte que queremos que practiquen los nuestros hijos? 

Estamos a tiempo de revertir esta involución, no se alarmen, no sucede a todos los ámbitos, ni en todas las categorías, tampoco en todos los equipos. Está en las nuestras manos de aficionados, entrenadores , directivos y de padres parar este crecimiento, es nuestra responsabilidad mostrar el camino a las nuevas generaciones. ¿Qué elegiremos?