Ideas para entrenar (mejor) el pase

Artículo del entrenador de baloncesto Xuancar Navarro publicado en su página web en junio de 2022.

Aunque ningún entrenador pondrá en cuestión su importancia, mi sensación es que el pase no se entrena ni tanto ni de forma tan completa y variada como se hace con otros fundamentos. 

En muchos de los vídeos que podemos encontrar en Youtube sobre ejercicios de pase lo que se entrena principalmente es el pase de pecho sin oposición, una situación que muy rara vez ocurre a lo largo de un partido. 

¿Podemos trabajar el pase de forma más completa y ajustada a la realidad del juego? Por supuesto que sí. De hecho, lo que pretendo exponer hoy es una filosofía general de entrenamiento de la proyección que sirva a ese propósito.

Lo fácil y lo que en muchos casos se hace es copiar algunos ejercicios más o menos vistosos y cubrir el expediente. Lo correcto, o al menos la idea que propongo, es entrenar el pase desde una perspectiva mucho más amplia, en base a la variedad de matices que comporta. 

Desde una ejecución técnica depurada, hasta su aplicación en situaciones reales de juego o fomento de la creatividad, existe todo un abanico de posibilidades de trabajo que no debemos pasar por alto.

Aspectos a trabajar en el entrenamiento de pase 

La forma que propongo para que los jugadores puedan mejorar su habilidad en el pase es integrar en los entrenamientos todas o la mayoría de las ideas que a continuación expondré. 

Luego será el talento, la visión, la rapidez mental o las cualidades físicas que cada uno tenga lo que determine el nivel de esta mejora, porque al igual que hay jugadores más dotados que otros para el manejo de pelota o el tiro, ocurre lo mismo con la capacidad de pasar la pelota.

Fotografia: xuancarnavarro.es

Conocer y poner en práctica todos los tipos de pase 

¿Conocen tus jugadores todos los tipos de pase que hay ? ¿Los practican regularmente? Me atrevo a apostar que la respuesta es no. 

Es bastante posible que los tipos de pase comunes, como el pase de pecho, el pase picadillo, el pase a una mano sobre bote o el pase por encima de la cabeza formen parte de su repertorio habitual y los dominen hasta cierto punto.

Pero también existen otros no tan habituales que, sin embargo, son muy importantes. El pase de béisbol o el pase en carrera por ejemplo, son tipos de pase que nos pueden ofrecer una ventaja clara de anotación en contragolpe y que requieren un entrenamiento regular para que los jugadores tengan la precisión que se requiere al ejecutarlos. 

O también otros más creativos, como el pase por la espalda, el pase de cuchara, el pase picadura sobre dribbling a una mano, el pase picadura bajo piernas o el pase sin mirar (no look pass), que son capaces de crear ventajas donde en un primer momento no parecía haber.

Y finalmente también hay otro tipo de pases, como el pase de gancho, el pocket pass o el pase a mano y media que los jugadores deben conocer y dominar para hacer frente a determinadas situaciones de juego.

Si lo que queremos es crear jugadores más completos y con más recursos técnicos, es nuestra tarea como entrenadores encargarnos de que conozcan toda esta variedad de pases y los practiquen en mayor o menor medida. 

Trabajar ambas manos 

El pase requiere de gran precisión, por lo que generalmente se suele utilizar en una mayoría de casos la mano dominante. Pero trabajar el pase con la mano débil no es una pérdida de tiempo.

Aunque los jugadores seguirán recurriendo a su mano más hábil para pasar, tener un cierto control sobre la otra puede ayudarles a resolver situaciones en las que no puedan utilizarla. 

Básicamente se trata de evitar que el jugador tenga una mano inutilizable por su carencia de entrenamiento.

Ocurre un poco lo mismo que con el disparo. No veremos a ningún jugador tirar de lejos con las dos manos indistintamente, ya que ésta es una acción que requiere un máximo control. 

Pero en finalizaciones cercanas, que no requieren tanta precisión, cualquier jugador que haya entrenado ambas manos puede conseguir una bandeja con relativa facilidad. 

Entrenar el pase con ambas manos no evitará que el jugador tienda a pasar siempre con su mejor mano, pero si se ve imposibilitado, tendrá más recursos para salir de la situación con éxito.

Fintas y pívots 

A lo largo de un partido un gran número de pases deben realizarse ante la oposición de los defensores, lo que exige que el jugador tenga que maniobrar previamente para crear una línea de pase.

Esta maniobra suele consistir en una finta para hacer creer al rival que pasaremos a un sitio diferente al que pretendemos hacerlo, o un pívot que nos permita mejorar el ángulo y en consecuencia, nos facilite hacer llegar el balón al compañero. 

Por tanto, a la hora de diseñar los ejercicios de pase que incluiremos en la sesión, debemos tener siempre presente que algunos deben incluir defensa agresiva, de modo que los jugadores se acostumbren a hacer uso de estos dos recursos antes de pasar la pelota.

Un ejercicio que puede ayudar en esta tarea es lo que muestro a continuación. Los jugadores se dividen en dos equipos, cada uno con la camiseta de un color diferente, y sólo pueden moverse dentro del área de 3 puntos. 

El equipo al que se le da la pelota debe dar 20 pases sin perder la posesión, mientras que el otro debe tratar de recuperarlo o que el rival pierda la bola echándola fuera de los límites de juego. Si logran evitar que los atacantes den las 20 pasadas, los defensores pasan a atacar y viceversa.

Al reducir el espacio de juego la dificultad se incrementa, y los atacantes necesitan realizar todo tipo de maniobras para cumplir su objetivo. Entre ellas, como es lógico, las fintas y pívots que les permitan garantizar un pase con éxito.

Poner énfasis en la tensión del pase 

Un pase blando de larga distancia nunca es un buen pase. Además de precisión, un buen pase largo requiere ejecutarse con tensión suficiente para que llegue a su destino con la rapidez necesaria y sin posibilidad de que un rival le intercepte. 

Sea cual sea la categoría en la que entrenamos, ésta es una idea que debemos remarcar.

En equipos masculinos a partir de junior, el desarrollo físico de los jugadores les permite llevar pasadas duras con relativa facilidad, ya que disponen de la fuerza necesaria. 

Pero esto no siempre es así en el caso de equipos femeninos o jugadores en edad cadete/infantil. Por eso, cuando el físico no acompaña necesitamos ofrecer recursos que les permitan dar pasadas tensas y precisas.

Uno de estos recursos es enseñarles a utilizar el cuerpo de forma que el pase no se ejecute únicamente con la fuerza del brazo y el hombro, sino que otros grupos musculares se vean implicados. 

Por ejemplo, deben entender la importancia de aprovechar la inercia de la carrera para dar pases más certeros en el contragolpe. 

O que cuando la pelota les llega, pueden aprovechar la fase de amortiguación en la recepción del pase para coger impulso y lanzar la pelota en sentido contrario apoyándose en los músculos de la espalda, lo que confiere a la pelota una velocidad más grande.

Fomentar la creatividad 

Un aspecto muy importante en la pasada es la creatividad. Desarrollar la capacidad del jugador de ver un posible pase y/o de ejecutarlo de forma diferente a cualquier gesto técnico estandarizado puede suponer una gran ventaja. 

Pero, ¿cómo trabajar la creatividad? 

Cada uno tendrá su método. La forma en que yo lo hago es mediante un ejercicio con el que finalizo algunas sesiones y al que he bautizado «Chocolate Blanco» en honor al jugador que le inspira.

El ejercicio en sí no tiene más misterio. Se trata de un 5×5 en todo el campo, que debe jugarse a la máxima velocidad posible y en el que todos, con independencia del lugar donde jueguen, deben intentar imitar el juego del famoso base cada vez que tengan la pelota. Pero con la particularidad de que sólo cuentan las cestas que vengan precedidas de un pase de fantasía al estilo de los que hacía Jason Williams.

¿Qué beneficios se obtienen con este ejercicio? 

Al jugarse los últimos 5 minutos de entrenamiento ya un ritmo alto los jugadores están cansados, y lo normal es que se produzcan superioridades en las dos cestas.

Dado que la única regla es que sólo son válidas las cestas que vengan precedidas de un pase creativo, los chicos se ven obligados a decidir con rapidez qué tipo de pase creativo poner en práctica ya ejecutarlo de la mejor manera posible. 

Esto les exige tener velocidad mental y capacidad de improvisación, además de desafiarles a mejorar su técnica de pase por la dificultad que supone tener que dar pases tan poco usuales como los que llevaba a cabo «Chocolate Blanco».

Y como la idea es que lo pasen bien, los jugadores no sienten ninguna presión por los posibles errores que puedan cometer y están más predispuestos a intentar cosas nuevas y diferentes. 

Así que si quieres mejorar la toma de decisiones, la creatividad y la ejecución de pases a alta velocidad, te animo a que ocasionalmente incluyas «Chocolate blanco». 

Al menos, y eso sí que te lo garantizo, acabarás el entrenamiento haciendo unas risas.

Insistir en los conceptos de timing y línea de pase 

El pase es un trabajo de responsabilidad compartido entre pasador y receptor. Cuando un pase es interceptado no es necesariamente porque el pasador haya cometido un error, sino que muchas veces es porque el receptor no ha sido capaz de crear un entorno seguro para recibir el balón.

Por eso, a la hora de trabajar el pase es necesario incrementar la dificultad añadiendo elementos que exijan no sólo una buena ejecución de parte del pasador, sino que también involucren el trabajo necesario en cuanto a fintas o uso del cuerpo para crear líneas de pase seguras.

Además, hay que insistir mucho en que una línea de pase es temporal, ya que el movimiento del defensor puede cerrarla en cualquier momento, lo que exige hacer llegar el balón al lugar indicado al instante preciso. 

El jugador debe ir asimilando poco a poco que pasar bien no es sólo cuestión de técnica a la hora de hacer llegar la pelota de un punto A a un punto B, sino que debe hacerlo en un período de tiempo muy concreto.

Por su parte, el receptor debe tomar conciencia de que su responsabilidad es ofrecer al compañero un espacio de seguridad al que el defensor no pueda llegar. 

Un ejercicio útil para que entiendan y asimilen estos conceptos de Timing y Línea de pase es el que utiliza Travis Steele, de Xavier University , llamado «Around the horns passing»

Entrenar situaciones reales de juego 

Finalmente, es necesario entrenar el pase no sólo con el objetivo de mejorar técnicamente al jugador, sino también para que nuestro juego colectivo se vea beneficiado.

Además de los ejercicios específicos que diseñamos para mejorar la capacidad de los jugadores, el pase debe entrenarse de cara a situaciones reales de juego. 

Es decir, deberemos preparar ejercicios en los que se involucren situaciones de paso que habitualmente se generan en nuestro ataque. Por ejemplo, si tenemos dentro de nuestros sistemas un Spain Pick and roll o un Hammer, habrá que trabajar las pasadas específicas que se utilizan en estas situaciones. 

O si buscamos en el palo bajo para generar juego desde allí, habrá que diseñar un ejercicio en el que éste efectúe los pases más comunes con los que tendrá que lidiar en esta situación.

Dos consejos prácticos 

Por último, quiero añadir dos consejos prácticos que ayudan a que esta filosofía de entrenamiento se pueda llevar a cabo con éxito.

Planifica y lleva un control de cómo entrenas el pase 

Como has podido ver, hay muchos tipos de pase, así que si quieres que tus jugadores estén familiarizados con todos ellos no puedes dejar de incluirlos en tus entrenamientos. Que ellos, motu propio, se decidan a practicar pases poco habituales es bastante improbable.

Un sistema sencillo es hacer una lista de todos los tipos de pases que quieres entrenar e incluir al menos cuatro tipos de pases cada semana. 

Como no todos los tipos de pase tienen el mismo grado de uso, repetirás a lo largo del año con mayor frecuencia aquellos que tengan una mayor aplicación en el juego, pero de esta manera te aseguras que todos los tipos de pase pase se trabajan a lo largo del año. largo de la temporada. 

Esto puedes hacerlo en tu gráfico de planificación anual para que se vea más o menos así

De esta forma tienes una guía visual muy clara que te indica de un vistazo qué tipos de pase estás entrenando más, y cuáles estás entrenando menos, poco o nada. Cuando te dispongas a planificar las sesiones de entrenamiento semanal, basta con ver qué tipos de pase toca entrenar y después integrarlos en los ejercicios correspondientes u otras formas de implementar el entrenamiento de pase.

Optimiza el tiempo 

Quizá pienses que dedicar tiempo de entrenamiento a practicar pases tan poco usuales como el pase de cuchara no tiene mucho sentido. Y no te falta ninguna razón. 

Pero el segundo de los consejos prácticos que quiero dar hoy está relacionado con la forma de entrenar muchas de estas pasadas menos frecuentes sin que te suponga utilizar un tiempo específico en la sesión.

Además de los ejercicios, podemos trabajar el pase integrándolo en el entrenamiento de otras formas. Pondré dos ejemplos concretos. El calentamiento y los circuitos. 

Nadie nos obliga a que este período de activación deba estar relacionado con el lanzamiento a canasta, ni la única manera posible sea mediante ruedas de entrada

El anteriormente citado ejercicio de 20 pases o éste en el que los jugadores practican el pocket pass después de bloqueo directo como calentamiento, son formas de integrar el entrenamiento de pase sin que tengas que dedicar un tiempo extra.

Y, además del calentamiento, los circuitos son un entorno perfecto para trabajar la proyección. Ni siquiera hace falta que sean circuitos enfocados en este fundamento, basta con que a la hora de diseñar el circuito hagas que el paso de una estación a otra contenga algún tipo de pase en lugar de usar el dribbling. 

Por ejemplo, si colocas la primera estación y la última en partes opuestas del campo, los jugadores pueden enviar la pelota de nuevo a la posición inicial con un pase de béisbol ya continuación ir trotando hacia esta ubicación.

Y quien dice pase de béisbol puede decir pase picado sobre bote en una mano, pase en carrera, etc. Depende de cómo diseñes el circuito, puedes hacer que el paso de una estación a otra contenga el tipo de pase que más te interese trabajar. 

Es cierto que así el número de repeticiones será mucho menor, pero puede ser una solución útil para trabajar determinados tipos de pase menos frecuentes para quienes no creemos que valga la pena dedicar tiempo específico.

Conclusión 

En este artículo he intentado hacer ver que el pase es lo suficientemente importante para dedicarle atención más allá de unos pocos ejercicios bonitos pero con escasa utilidad práctica. 

La filosofía que propongo para el entrenamiento de este fundamento incluye un trabajo exhaustivo y variado, entendida de conceptos importantes y libertad para experimentar. Con este enfoque es cómo creo que se pueden conseguir jugadores más dotados para el pase.

El talento y el físico, como siempre, jugarán un papel relevante, pero nosotros como entrenadores debemos poner nuestro granito de arena para que estas condiciones iniciales acaben desarrollándose. ¿Quién sabe si tienes en tus manos el próximo Luke Sikma?

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