El tratamiento fisioterapéutico para esguince de tobillo

Artículo publicado el 3 de abril de 2022

Artículo de la fisioterapeuta Tania González publicado en la página web itwsport 

El tobillo contiene diversos ligamentos susceptibles de padecer un esguince, y en ocasiones no se produce un esguince de tobillo de forma aislada, sino que se asocia a una fractura. Por eso es importante acudir a un profesional sanitario, para descartar que haya lesiones de mayor gravedad y en el caso que haya el tratamiento fisioterapeutico para esguince de tobillo.

En este post, hablaremos concretamente del ligamento colateral externo, ya que es el que se lesiona más frecuentemente en jugadores de baloncesto, y supondremos que se produce de forma aislada, sin fractura.

¿Qué es esguince de tobillo?

Un esguince es la lesión de un ligamento, y se produce como consecuencia de realizar un movimiento forzado de la articulación (en este caso, el tobillo), el cual somete al ligamento a un estiramiento superior al que puede soportar. 

Existen diferentes grados de lesión, y una de las formas de catalogar la magnitud de la misma, de menor a mayor gravedad, es la siguiente: 

  • Esguince de tobillo Grado I

 Se produce una distensión, es decir, se alargan las fibras del ligamento. Aquí también se incluirían pequeñas micro roturas. El jugador puede sentir dolor, impotencia funcional (no puede mover el tobillo adecuadamente) y tumefacción global (hinchazón). En este tipo de esguinces, no hay presencia de equimosis (es decir, la zona no se pondrá de color morado). 

  • Esguince de tobillo Grado II

Hay rotura de algunas fibras del ligamento. El jugador sentirá dolor, inestabilidad e impotencia funcional severa. Dependiendo de cómo sea esa rotura y del sitio en el que esté localizada, podríamos encontrar dos signos más además de los síntomas que ya hemos mencionado, pero se suelen dar de forma independiente, es decir, o se produce uno, o el otro:

Equimosis: por la propia rotura del ligamento, hay una extravasación de sangre y se produce el morado. 

“Derrame en huevo de paloma”: con este tipo de derrame, el pie se pone literalmente como una pelota. 

Se produce debido a que, además de la rotura de algunas fibras del ligamento, también se rompe la cápsula articular, haciendo que salga todo el líquido sinovial. 

Este derrame es inmediato, aparece al minuto de producirse el esguince. Si no se forma, lo que suele ocurrir es que al cabo de unas horas se produce la inflamación normal (sería el típico caso en el que puedes seguir jugando con molestia y al día siguiente lo tienes hinchado). 

  • Esguince de tobillo Grado III

En este caso la rotura del ligamento es total o bien queda un hilito uniendo las dos partes. En el tobillo se podrá observar una equimosis mayor que la que aparece con grado II, una impotencia funcional muy severa y un proceso inflamatorio muy rápido. Si sólo hay rotura del ligamento, cuando el jugador mueva el tobillo no le dolerá.

Esto se debe a que si hay un esguince de grado I o II y se hacen movimientos con el tobillo, se está tensionando más al ligamento y eso es lo que produce el dolor, mientras que si hay un grado III y el ligamento está totalmente separado en dos trozos, los movimientos no crearán ninguna tensión y por lo tanto no se causará dolor. 

Sin embargo, si además del ligamento también se ve afectada la cápsula, entonces sí dolerá. Cabe la posibilidad de que se produzcan las dos cosas a la vez: la rotura total del ligamento, y la rotura de la cápsula (ya sea de forma parcial o total).

Fotografia:itw sports

¿El calzado se debe quitar? 

Seguramente hayáis escuchado que si alguien se hace un esguince, no debe quitarse el calzado, pero ¿sabéis el motivo? Es tan simple como que si quitamos el zapato y después se produce un derrame en huevo de paloma o el tobillo se hincha demasiado, no podremos volver a colocarlo. 

Por lo tanto, la respuesta a si un jugador debe quitar el calzado es: depende. Si va a tener dificultades para llegar al centro médico, lo mejor es que lo deje puesto, mientras que si va acompañado y le pueden llevar, es indiferente si se lo quita o no.

Etiología 

La causa principal de esta lesión suele ser el movimiento repentino hacia la inversión (es el gesto que vemos en la imagen, donde el pie va hacia dentro). 

Es frecuente que se produzca en jugadores de baloncesto porque es un deporte en el que existen saltos, cambios de dirección, frenadas bruscas… Todos estos gestos someten a mucha tensión al tobillo, y si el pie se coloca de forma errónea al contactar con el suelo, puede producirse el esguince. 

Otro mecanismo lesional que lo causa es pisar el pie de otro jugador, lo que hace que el tobillo se doble repentinamente y de forma brusca.

Prevención 

Al contrario que pasaba en el anterior post con las capsulitis interfalángicas, los esguinces sí que se pueden prevenir hasta cierto punto. 

Los accidentes pueden pasar, como el caso de pisar a un compañero y que se doble el tobillo, pero podemos hacer que el tobillo esté “fuerte” y preparado para resistir esos movimientos. 

Con la ayuda de un profesional, se puede preparar al tobillo para que poco a poco se adapte a los movimientos que realizará a lo largo del juego. De esta manera, favoreceremos que tenga una mejor capacidad de respuesta en caso de realizar un gesto lesivo.

Tratamiento del esguince de tobillo 

Para poder acelerar el proceso de curación del esguince, es muy importante acudir al fisioterapeuta. 

Lo primero que hay que tener en cuenta respecto al tratamiento fisioterapeutico para esguince de tobillo, es que requiere de un tiempo de reposo relativo (acorde al grado de lesión), y que una vuelta anticipada al terreno de juego puede causar problemas a largo plazo. Por tanto, aunque tengamos mucha prisa por volver a pista y jugar a ese deporte que tanto nos gusta, lo mejor es tener paciencia y asegurarnos de que la lesión cicatriza correctamente.

¿Por qué remarcamos esto? Porque muchos jugadores sufren un esguince y esperan poder volver a jugar a tope a la semana de sufrirlo, y la realidad es muy distinta. 

Hay muchos factores que pueden influir en la recuperación y cada jugador es diferente. Lo más importante es que nos dejemos guiar y asesorar por un buen profesional durante el tratamiento fisioterapéutico para esguince de tobillo, el cual nos marcará los tiempos de nuestro retorno a la práctica deportiva.

¿Cuándo se cura un esguince de tobillo?. Los tiempos de recuperación son muy diferentes según el grado de lesión del esguince y sólo son orientativos, no son una regla que se deba cumplir al 100% por lo que hemos mencionado anteriormente: cada persona es un mundo. 

  • Grado I

 Colocar un vendaje funcional durante 1 o 2 días suele ser suficiente para obtener la curación. La carga total suele conseguirse sobre el 3o o 4o día, y la vuelta al deporte suele ser a partir del 10o día. 

  • Grado II

Dependiendo de los síntomas y del grado de rotura parcial (no es lo mismo que se rompa un cuarto del ligamento, a que lo hagan tres cuartos), los tiempos serán unos u otros. Por regla general, se suele colocar un vendaje durante 5-10 días y es posible que se aconseje reducir el apoyo durante 6-12 días. A partir de aquí, se debe iniciar una recuperación temprana de la mano de un fisioterapeuta.

En este grado de lesión, el ligamento suele cicatrizar entre los 6 y los 15 días, pero no es capaz de resistir el esfuerzo deportivo hasta los 30-45 días. Esto es algo muy importante y que debe quedar claro. 

Si estamos por ejemplo en el día 20 post-lesión y ya no nos duele al caminar, no debemos volver a realizar deporte al 100% porque el ligamento todavía no está preparado y podríamos generar un nuevo esguince, lo que nos llevaría a cronificar la lesión.

Se podría empezar a realizar deporte bajo supervisión de un fisioterapeuta, que marcará los límites a los que podemos llegar para que el ligamento se vaya adaptando poco a poco y vuelva a estar en perfectas condiciones lo antes posible. 

  • Grado III

El hecho de tener el ligamento totalmente roto, dificulta la recuperación. Ésta puede ser conservadora (con ayuda de fisioterapia) o quirúrgica. Hablando en términos generales, si el deportista no se opera, la cicatrización no suele producirse hasta los 30-45 días, y el ligamento no es apto para resistir las cargas deportivas hasta los 60- 90 días.

Pautas generales 

El protocolo que se suele seguir en el tratamiento fisioterapeutico para esguince de tobillo y en el tratamiento de lesiones agudas se conoce como POLICE, y consiste en [1]: 

  • P: Protection → hay que proteger la zona lesionada para facilitar al cuerpo su propia autocuración.
  • OL: Optimal Loading → hay que conseguir la carga óptima. Siempre se habla de de una fase de “descanso”, pero ésta debe ser siempre relativa. Hay que añadir carga a la zona afectada pero de forma regulada y controlada siempre por un profesional.
  • I: Ice → para tratar la inflamación hay que colocar hielo sobre la zona afectada, pero sólo en aquellos casos en los que sea desmedida o exista mucho dolor.
  • C: Compression → al igual que el hielo, sirve para reducir la inflamación en aquellos casos que se requiera.
  • E: Elevation → elevar la extremidad afectada también ayuda a reducir la inflamación, sobre todo si se combina con las dos técnicas anteriores.

Por último, realizar un vendaje funcional suele ser el tratamiento estrella, ya que limita el gesto lesivo pero sin restringir el resto de movimientos. Este tipo de vendaje debe ser realizado siempre por un profesional, ya que una incorrecta colocación puede perjudicar la curación y causar dolor al jugador.

Una vez entramos en la fase subaguda, será importante recuperar la movilidad del tobillo y el tono muscular. Asimismo, uno de los grandes pilares de la rehabilitación es el trabajo de la propiocepción, con el que ayudaremos a estabilizar la articulación y prevenir que vuelva a producirse el esguince al mejorar la capacidad refleja de la articulación. 

En definitiva, para que un esguince cure de forma adecuada y se reduzca el riesgo de recidivas, hace falta el acompañamiento de un fisioterapeuta. De esta forma, el jugador estará siempre bien asesorado y recibirá el tratamiento individualizado más adecuado a su caso, y así conseguirá lo que todos queremos: volver lo antes posible a jugar a básquet de forma segura.

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