El Tiro Libre. Cómo Entrenarlo

Artículo publicado el 26 de octubre de 2022

Artículo publicado en la página web baloncestobasketymas en mayo de 2014. 

El tiro libre decide partidos, y muchos. Así de simple pero de real. Un partido muy igualado puede decidirse por el porcentaje de acierto en los tiros libres. En las categorías de formación suelen haber una gran diferencia entre unos equipos y otros en este aspecto y es lo que finalmente decide el vencedor. Además, normalmente, la puntuación es más baja, por lo que los tiros libres cobran aún más relevancia. 

Dejando al margen la técnica y la mecánica para artículos posteriores, es fundamental trabajar la concentración. Hay que trabajar el aspecto mental. La visualización, imaginar cómo va a ser el lanzamiento y visualizar el balón entrando en la canasta es también muy importante. 

Personalmente y después de comentarlo con otros entrenadores, este es uno de los elementos que más he cambiado a la hora de entrenarlo. Antes, usaba los tiros libres como una forma de descansar entre dos ejercicios muy intensos; ahora, los uso como un ejercicio en sí mismo.

Cada entrenador tiene sus métodos y seguramente los hay mucho mejores, pero voy a pasar a relatar como los trabajo diariamente: 

  • Siempre lanzar tiros libres después de un esfuerzo, intentando que se asemeje lo más posible a situaciones reales. En un partido, los tiros libres se lanzan con jugadores cansados, bajo presión, con pulsaciones altas...
  • Lanzar series de dos tiros libres seguidos (como en un partido real) y que los compañeros se coloquen en las marcas de rebote (lo más parecido posible a la realidad de un partido).

Fotografia: EF Deportes

  • No suelo castigar con abdominales o flexiones el fallo. Sólo lo hago cuando creo que cometen un grave error (saltar, pisar la línea, tirar demasiado rápido...).
  • Hay que intentar que los jugadores se concentren, que le den valor a los tiros libres, que entiendan que cada punto es importante y puede ser definitivo.
  • El aspecto mental es fundamental. Aquí es donde la concentración toma un papel relevante. El jugador debe estar totalmente concentrado en su objetivo. Está el sólo con el balón y la canasta, sin nadie que te defienda, lanzando siempre desde la misma distancia.
  • Una buena forma de mantener dicha concentración es mecanizar la acción (que el jugador no tenga que "pensar" demasiado). Repetir, repetir y repetir siempre el mismo gesto técnico, la misma rutina. Debe tratar de aislarse de todo lo que le rodea porque la distancia al aro es siempre la misma. Debe centrarse y focalizar toda su atención en un único objetivo: el aro.
  • Si se pierde la concentración y el jugador se "distrae", perderá efectividad y fallará su porcentaje de aciertos. Muchas veces dejo que los compañeros, desde su posición de rebote, chillen, molesten o intenten hacer reír (en definitiva, intenten descentrar) al tirador.
  • Intento que los jugadores mecanicen todo y no sólo me refiero al momento del lanzamiento sino a todo lo anterior y posterior (que den siempre el mismo número de botes, la respiración...).

"Dejando al margen la técnica y la mecánica para artículos posteriores, es fundamental trabajar la concentración. Hay que trabajar el aspecto mental. La visualización, imaginar cómo va a ser el lanzamiento y visualizar el balón entrando en la canasta es también muy importante" 

Este último punto lo considero esencial. Aunque permito una pequeña dosis de libertad, siempre marco unas pautas a seguir en este aspecto que todos los jugadores deben cumplir: 

  1. No me gusta que los jugadores suelten el balón para darle unas vueltas justo antes de lanzar, porque luego no agarran bien el balón y la colocación de las manos tampoco es la idónea.
  2. No tener prisa a la hora de ejecutarlos. Muchos jugadores, nada más recibir la falta personal, van a la línea de tiros libres a lanzar. Intento convencerles de que respiren un poco, bajen las pulsaciones y tiren más tranquilos.
  3. Colocar los pies y ya no moverlos, dar dos o tres botes, no soltar el balón, asegurar un buen agarre del mismo, levantar la cabeza, lanzar y acabar el movimiento. Mucho cuidado con esto último: acabar el lanzamiento. En los entrenamientos, los jugadores, después de lanzar suelen ir hacia delante, buscando el rebote o saliéndose rápidamente de la zona de tiro. Eso en un partido no ocurre así. Hay que entrenarlo igual.
  4. Concentración (la repetición ayuda), focalización (relacionado con lo anterior, no distraerse) y visualización (lanzar creyendo que lo vas a meter).


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