Aspectos motivacionales en el baloncesto de formación

Artículo publicado el 17 de noviembre de 2022 

Artículo de la psicóloga María Luisa Villar, en la página de la Federació de Bàsquet de la Comunitat de València en octubre de 2019

El compromiso con la formación es cada vez más fuerte, día a día, diferentes áreas multidisciplinares del deporte adquieren más importancia para comprender la complejidad y la simplicidad de nuestro deporte. La psicología deportiva es cada vez más relevante el desarrollo del compromiso del grupo, así como en la motivación de nuestros equipos. ¿Es importante la motivación para conseguir nuevas metas? para confiar en nuestras posibilidades? ¿qué factores influyen en la motivación de nuestros deportistas? ¿qué ideas pueden ayudarme a orientar esta motivación de éxito? 

Gracias a la colaboración de María Luisa Vilar Sánchez (psicóloga clínica), nos acercamos a uno de nuestros puntos más pedidos por los entrenadores: "El desarrollo de la motivación". María cuenta con una amplia experiencia deportiva desde diferentes puntos, como jugadora y actualmente como profesional y madre de un jugador de baloncesto. Su participación en distintos clubes a lo largo de la comunidad, así como congresos, jornadas y colaboradora de la Universidad Católica de Valencia impartiendo charlas sobre psicología, permite reflejar un marco desde tres perspectivas complementarias: jugadora, psicóloga y madre de familia. 

A lo largo del artículo, se indican diferentes ejemplos, experiencias e ideas que permitirán comprender diferentes herramientas en las que a partir de ejemplos directos nos ayude a ubicarnos y aterrizar las ideas principales en relación a la motivación. A colación del artículo y siguiendo la frase del político estadounidense Benjamin Franklin “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”. Bien pues, aquí es donde entramos nosotros, ayudar a descubrir, potenciar las capacidades positivas de cada uno, interesarse por sus necesidades e involucrarle en su desarrollo y necesidades permitirá potenciar su motivación. Esto es responsabilidad nuestra. 

Desde la Federación de Baloncesto de la Comunitat Valenciana, queremos agradecer a Maria Lluïsa su tiempo, dedicación, esfuerzo y facilidad en todo el proceso de desarrollo de esta propuesta. Una propuesta que sin duda no debe dejarnos indiferentes. 

Introducción 

Cuando pienso en baloncesto, pienso en Pasión y cuando recuerdo cómo fueron mis inicios en este deporte, imagino, diversión, aprendizaje, encuentro con amigas….y un largo etcétera….que poco a poco os iré descubriendo; ¿podemos entonces, llamar esto motivación?. 

La motivación es un término que suena muy bien y que parece que a todos nos gustaría tenerlo como compañero de viaje; en efecto, la motivación es el principal ingrediente para “todo”, si, si…para todoooo…..; me imagino motivada y siento, ganas, ilusión, compromiso, dedicación, esfuerzo, ….; pero ilusión, ¿por qué?….esfuerzo, ¿por qué?.., compromiso, ¿en qué?…. 

Es fundamental saber qué queremos y hacia dónde vamos, un motivo, que nos empuje y saque lo mejor de nosotros; de forma popular decimos que una persona está motivada cuando emprende algo con ilusión, superando el esfuerzo que debe hacer para obtenerlo. 

Fotografia: jgbasket

La motivación, pues, podríamos definirla como "la fuerza interior que nos ayuda a perseguir nuestros sueños, a través del trabajo, el esfuerzo y la dedicación"; sin motivación no somos nada, y con ella somos el inicio de un proyecto. 

Explicaré una anécdota relacionada con todo esto de la motivación: 

Tres hombres estaban trabajando en la construcción de un edificio, alguien, se acercó a ellos y les preguntó, ¿qué está haciendo? 

El primero, sin apenas inmutarse, le respondió: “Aquí estoy poniendo ladrillos”. 

El segundo, levantando la cabeza y dejando a un lado por un momento su actividad, le comentó: “Estamos construyendo un muro” 

El tercero, orgulloso de su trabajo afirmó: "Construimos la iglesia de mi pueblo" 

¿Qué puede sugerirnos esta historia?…….; algo que me surge rápidamente, después de leer este relato, sería el hecho de que, no es lo mismo hacer una actividad por el simple hecho de “deber hacerla”, ya que la mayoría de cosas que llevan implícitas el cartel de obligación terminan perdiendo interés…; de hacer algo con un sentido, “implicación, compromiso…..? , dándolo todo, porque nos ilusiona, porque nos divierte, porque nos hace sentir bien……, y es ahí, donde entra en juego, nuestra principal protagonista “la motivación”. 

Reflexionamos… .¿Debemos motivar a nuestros hijos, para que jueguen?, el mismo acto de jugar en sí es divertido, sale y lo hacen solos; necesitamos motivar a quienes no quieren hacer algo, ser capaces de convertir las obligaciones o cualquier actividad, en algo atractivo, para que apetezca hacerlo. 

Siguiendo con algo de teoría, la cual, es necesaria en todo trabajo para tratar de dar forma al contenido del mismo…; haré referencia a las 2 principales teorías en las que se han apoyado la mayoría de investigaciones para analizar la motivación en el deporte, la primera, la teoría de la ”Metas de Logro” ( Nicholls , 1989) y la segunda, la teoría de la Autodeterminación ( Deci y Ryan , 1985, 2000) 

De manera breve, se las resumo; la primera de ellas, la teoría de las Metas de Logro, nos dice, que la meta principal de una persona en contextos de logro es demostrar habilidad, existiendo dos concepciones de la misma: 1: orientación a la tarea oa la maestría , donde el éxito viene determinado por el dominio de la tarea y el progreso personal y la 2: orientación al ego o al resultado, donde el éxito se definiría como superación a los rivales y mayor capacidad (Nicholls 1984). 

Fig. 1 ORIENTACIÓN A LA TAREA 


Fig. 2 ORIENTACIÓN AL EGO

La segunda de las teorías, la de la Autodeterminación, señala que la motivación es un continuo, caracterizado por distintos niveles de autodeterminación (entendiendo la autodeterminación, como la capacidad de un individuo para decidir por sí mismo en los temas que le conciernen); de tal forma que de más a menos autodeterminación, encontramos: 1: Motivación intrínseca: compromiso de un sujeto con una actividad por el placer y disfrute que le produce y por tanto, la actividad es un fin en sí mismo (Deci, 1975; Deci y Ryan, 1985) 2. Motivación extrínseca: la cual se caracterizaría por una actuación en busca de un incentivo externo (recompensa económica, social, …), por tanto, el sujeto se compromete en una actividad poco interesante sólo por conseguir una recompensa o evitar un castigo (Deci y Ryan, 2000), 3. Amotivación: el sujeto no tiene intención de realizar algo y por tanto es probable que la actividad sea desorganizada y acompañada de sentimientos de frustración, miedo y depresión (Deci y Ryan, 1991; Ryan y Deci, 2000).

2 INICIO AL DEPORTE: MOTIVACIÓN, SALUD, DIVERSIÓN…  

¿Por qué comienza un niño a hacer deporte? Porque me saco el título de entrenador de… ..? ¿Porque apunto a mi hijo/a a jugar a…..? a lo largo de estas líneas trataremos de encontrar algunas respuestas a estas preguntas…, respuestas y/o motivos que la mayoría de nosotros sabemos, pero que quizás rara vez nos paremos a pensar. 

En el ámbito deportivo, y en concreto en la práctica del baloncesto en etapas de formación, es donde enmarcaremos el desarrollo de este trabajo. Como hemos señalado anteriormente, la motivación es esencial en toda actividad humana y, por supuesto, en la práctica deportiva también; es un elemento clave para alcanzar el compromiso y la adherencia al deporte, ya que es el más importante e inmediato determinante del comportamiento humano ( Iso-Ahola y St. Clair , 2000), ya que le despierta, le da energía, lo dirige y lo regula (Murray, 1964; Roberts, 2001), siendo por tanto un mecanismo psicológico que gobierna la dirección, intensidad y persistencia de la conducta (Kanfer , 1994; Sage , 1977). 

Para empezar, y teniendo en cuenta que hablaremos del baloncesto de formación señalaremos como principales protagonistas de la historia, los jugadores, los entrenadores y los padres (fig.1); seguramente hay muchos más actores que influyen en nuestra historia, pero nos centraremos principalmente en quienes, sobre todo en estas etapas, participan más activamente. 

Si a los padres de un niño/a que practica baloncesto, le preguntáramos, ¿cuál es el motivo por el que su hijo juega a baloncesto, que piensa que respondería? 

Y si ahora esta misma pregunta le hiciéramos al niño/a que practica deporte y al entrenador…., que piense que nos dirían…. ? 

La motivación inicial por el deporte casi siempre suele estar relacionada con aquellos modelos que los niños/as tienen a su alcance, tanto modelos mediáticos, como pueden ser sus deportistas preferidos, como modelos más cercanos: familiares, amigos… 

Un niño/a puede empezar a hacer deporte porque sus padres le apuntan como actividad extraescolar, al igual que podrían apuntarle a inglés oa música. También porque él/a lo pide expresamente o porque le atraen las grandes estrellas del baloncesto y quieren ser como ellos. A veces padres e hijos, coinciden en los gustos, pero otras no… 

“…….Ana, de 9 años quería jugar a baloncesto pero su madre, prefería apuntarla a ballet, y aquí la llevó; la niña protestaba cada vez que tenía que ir, apenas interesaba, casi siempre salía de las clases llorando y buscaba cualquier tipo de excusa para faltar en las clases. Tal fue su insistencia, que finalmente, su padre logró encontrarle un equipo de baloncesto donde pudiera jugar; estaba encantada de la vida, no faltó un solo entrenamiento ni ningún partido. Preparaba su bolsa con antelación y para ser puntual, insistía en recordarle a su madre que no llegara tarde a recogerla en la escuela para llevarla a entrenar…” 

La motivación es un elemento decisivo para que los chicos se adhieran a la práctica deportiva con el compromiso apropiado. La disciplina, el esfuerzo, el afrontamiento de retos, la perseverancia, la superación de la adversidad y la continuidad que exige la práctica deportiva sólo estarán presentes cuando la motivación sea suficientemente alta. 

Por eso, potenciar y mantener la motivación de los deportistas jóvenes es un objetivo prioritario… Por tanto, y después de leer la historia de nuestra protagonista Ana, pensamos…… .. hacemos partícipes a nuestros hijos de la decisión de escoger si quieren practicar deporte y cuál? ?

….- ¿Qué te parece ir a baloncesto 2 días a la semana, después de la escuela? – pregunta la madre a David, después de observar que su hijo se interesa por este deporte (tiene un hermano mayor que juega a un equipo de baloncesto) 

……-No sé, David, duda 

….- Bien, yo te apunto y tú ves si te gusta…..- decide la madre 

En este caso, es la madre la que toma la decisión; veamos ahora que otra forma podríamos haber enfocado la situación…. .

……. (Madre) ¿Qué te parece si lo piensas dentro de viernes que es cuando termina el plazo de inscripción? 

Ahora es David, quien debe tomar la decisión, si decide apuntarse será una decisión suya, y su motivación será más estable que si lo dan hecho.  

– La madre que sí, que me apuntes a baloncesto 

– ¿Estás seguro? -Pregunta la madre 

– Sí, si . 

– Bien, si así lo quieres me parece bien, pero ten en cuenta que esto supone que los lunes y miércoles cuando salgas de la escuela tendrás que ir a baloncesto, y salvo que estés enfermo, no podrás faltar (mamá explica los costes para que David los entienda y acepte). 

– Vale, vale. 

Este ejemplo es una buena muestra de cómo los padres pueden involucrar a sus hijos en la toma de decisiones, les trasladan la decisión final para que sean ellos quienes la tomen, pero también les informan de los costes y el compromiso que adquieren. Son dos elementos básicos para que la motivación sea más sólida, más estable y que la práctica deportiva aporte el valor educativo que comporta el cumplimiento de los compromisos que se acepta. 

Respuestas como .. …….”porque es educativo, porque desarrolla hábitos saludables, porque desarrolla valores, porque así no está jugando en la play …todo el día… .. y un sinfín de respuestas, todas ellas, podríamos darlas como a buenas, cuando los padres justifican porqué sus hijos hacen deporte..…..; no hay mejores o peores motivos, ni un manual de instrucciones que nos sirva para estar motivado siempre y en todas las circunstancias, cada uno debe buscar aquellos motivos que despierten su interés, para persistir y no abandonar… 

A continuación, pongo el enlace de un vídeo donde podremos reflexionar sobre la importancia de nuestro papel como padres en la práctica deportiva de nuestros hijos… 

El ENTRENADOR TAMBIEN JUEGA

Hace poco pregunté a un entrenador y amigo mío, quien ya lleva muchísimos años en esto del baloncesto de formación….. ! siendo Juan, ¿cuál es tu principal objetivo cada vez que te preparas un entrenamiento…….,? y ¿sabéis que me respondió? “que al día siguiente vuelvan a venir todos mis jugadores al entrenamiento……. 

Los niños entrenarán y/o competirán, y es trascendental que, en gran medida lo que ocurra allí sea estimulante y gratificante para que salgan contentos y quieran volver…; resulta obvio, pues, que el entrenador es una de las personas clave para alimentar la motivación del día a día de nuestros jugadores; para ser eficaz en este cometido es importante tener un talante positivo, transmitir entusiasmo, ser respetuoso con sus jugadores, favorecer un clima estimulante, plantear retos apropiados, apoyar, animar, reforzar los avances….. Como es lógico, cada día son diferentes , habrá días q los entrenamientos serán más estimulantes y gratificantes que otros, pero la mayoría deberían serlo en grado considerable. Por tanto, un reto importante para nuestro entrenador en el deporte de base sería conseguir que cada entrenamiento y competición se conviertan en una experiencia fabulosa, que consiga enganchar a los chavales. 

Uno de los recursos más relevantes para un entrenador que trabaja con jóvenes, es aplicar lo que se llama refuerzo “lo que aumenta la probabilidad de que una acción o conducta determinada se lleve a cabo más frecuentemente o se fortalezca..”; existen varios tipos de refuerzos pero en la práctica deportiva los más empleados son los “refuerzos sociales”, que consisten en elogiar (con sinceridad) a los deportistas por acciones concretas bien hechas según un determinado nivel de exigencia; es decir, se van reforzando los progresos que los jóvenes van mostrando y cada vez se le pide más según vayan avanzando… 

Es importante que para que los refuerzos funcionen, debe ser interpretados por el jugador como "recompensa" y también es importante que el refuerzo se otorgue "contingente" a la conducta…, es decir inmediatamente después de que la conducta se haya ejecutado… Tampoco se trata de tener que decir “bien” de forma indiscriminada, sino por algo bien hecho, por eso es importante que el entrenador lo propicie si les exige acciones que estén a su alcance. 

Otras medidas que también alimentan la motivación, podrían incluir, planificar ejercicios interesantes, mantener a los chicos el mayor tiempo posible activos (…que estén poco tiempo parados entre y durante los ejercicios..) , establecer retos alcanzables, propiciar que se diviertan, cambiar de ejercicios…. 

Me gustaría añadir otro ingrediente fundamental a nuestra historia y que va totalmente de la mano de nuestra “amiga” la motivación, y es el concepto de Autoconfianza (¿Quiere es poder?), “…es la percepción de que un deportista tiene en relación a sus propios recursos para hacer frente a una tarea y/o alcanzar un objetivo…; por ejemplo: nos planteamos que aprendan una determinada técnica o ganar un partido, están motivados y quieren conseguirlo; pero ¿hasta qué punto confían en que lo pueden conseguir? . La autoconfianza no es estar convencido a ciegas, porque sí, porque lo manda el guión, o aparentar que uno cree en sí mismo.; sino es un estado interno que implica un cierto conocimiento de la dificultad del objetivo, de los recursos disponibles para alcanzarlo y, por tanto, de las opciones razonables que uno tiene de alcanzar ese objetivo. 

La autoconfianza se fortalece cuando el deportista percibe que es eficaz controlando las demandas de entrenamientos, competiciones y otras situaciones de su actividad deportiva. 

Muchos niños y adolescentes, tanto en el ámbito deportivo como en otros campos, tienen una autoconfianza débil, se sienten inseguros antes de afrontar un reto, dudan respecto a sus posibilidades de rendimiento y no tienen claro si responden bien a lo que se esperaba. . Estamos ante edades en las que, en general, la inseguridad suele predominar sobre la autoconfianza, y esto, en muchos casos, entorpece el avance de los deportistas y pone en riesgo su continuidad en el deporte. La autoconfianza tampoco es la poción secreta para el éxito asegurado, pero ante situaciones de estrés deportivo puede ser un gran antídoto, tampoco se trata de sobreproteger a nuestros jugadores, hay que permitirles que se endurezcan, sobreponiéndose por sí mismos ante las dificultades, pero dándoles herramientas para empoderarlos y que logren gestionar de manera óptima situaciones de estrés; si el joven deportista percibe que dispone de los recursos eficaces para hacer frente al ejercicio o la competición…, su actuación será más exitosa…; cuanto mayor sea la autoconfianza mayor será la probabilidad de que la motivación sea alta y se mantenga. 

Por tanto, motivación y autoconfianza deben desarrollarse paralelamente; para el desarrollo de ambas, es necesario establecer objetivos adecuados para nuestros jugadores, aunque éste es uno de los principales cometidos de nuestro entrenador, sería importante que lo compartiera con los padres para que éstos conozcan qué es lo que se espera de sus jugadores . hijos. 

Los objetivos a definir pueden ser de dos tipos: objetivos de resultado, que hacen referencia a lo que el deportista alcanza y los objetivos de realización, que se refiere a lo que el deportista hace; ejemplo : ganar un partido (objetivo de resultado), mejorar la técnica de tiro (objetivo de realización). En cualquier caso, nuestros objetivos deben ser interesantes, desafiantes, a la vez que alcanzables. La dificultad de los objetivos debe adecuarse a los deportistas y el nivel de dificultad debe ser progresivo: cuando se alcanza un objetivo, se establece uno más difícil y así sucesivamente… 

Es importante establecer tempos para la consecución de los objetivos y que los plazos sean razonables en función de las características del objetivo; si el plazo es insuficiente, el objetivo no se conseguirá; y si es excesivo, el deportista lo dilatará en exceso o se aburrirá una vez logrado, en ambos casos, su motivación decaerá. Asimismo, es importante que nuestros objetivos sean muy concretos, el deportista debe tener muy claro cuál es el objetivo a alcanzar; por ejemplo decirle a un jugador que debe mejorar, es algo muy general e inespecífico, sin embargo, plantearle como objetivo mejorar la técnica de tiro a canasta, y en particular el desplazamiento del brazo al lanzar, explicándole como debería, es algo concreto, y eso favorecerá que el joven sepa exactamente lo que se espera. 

También es muy importante que le expliquemos el porqué de cada objetivo planteado, su necesidad y trascendencia, los costes que comporta, consecuencias…..; además, es recomendable que participen en la toma de decisiones respecto a los objetivos, aportando su opinión, así aceptarán mejor los costes, su motivación será mayor y se involucrarán más. 

“DIgues-ME I HO OBLIDO, ENSENYA'M I HO RECORD, INVOLUCREM I HO APRENDRE” 

Nou enllaç, que ens mostra una escena de la pel·lícula “Coach Carter”, on l'entrenador es dirigeix al seu equip després d'haver perdut un partit de bàsquet ……

CONCLUSIONS

A modo de conclusión, recordaremos que tanto padres como entrenadores, tenemos un papel fundamental en la continuidad de nuestros hijos/jugadores en la práctica deportiva; desde nuestra posición como padres, fomentar tanto la implicación como el apoyo hacia el deporte que practican nuestros hijos, es clave para su persistencia. Como entrenadores, reforzar aspectos como el esfuerzo, el sacrificio, dándole un peso importante al rendimiento y no sólo a los resultados. 

En definitiva, en muchos casos, el fabuloso viaje de la actividad deportiva de nuestros jóvenes suele contar muy pronto con un depósito de motivación pleno, pero es necesario seguir llenando este depósito a través de estrategias que fortalezcan la propia motivación, la percepción de control y la autoconfianza. Entrenadores, padres, directivos… deben unir energías para asumir la responsabilidad de actuar con eficacia para que nuestros deportistas se enganchen, disfruten, se sientan competentes y se beneficien del paso por el deporte. 


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