Artículo del entrenador ACB Joan Plaza, en su página web en febrero de 2019.
Hola a todos, tras unos meses agitados, vuelvo a asomarme a mi/vuestra ventana. Ante todo, GRACIAS a todos aquellos que durante estos meses habéis estado cerca. No es nunca fácil tomar la decisión de irse a vivir fuera, pero la fe en mi mismo, la confianza mostrada por quienes llevaban meses queriendo llevar a cabo este fichaje y el cariño mostrado por los míos y de muchos de vosotros, ha hecho que lo haya llevado a cabo.
Espero, en las próximas semanas, poder lanzar un articulo con las primeras impresiones y diferencias entre ambas realidades, tan cercanas 4 o 5 horas (según donde uno/a viva en la península) y, sin embargo, tan distintas. ¡Espero os guste!
Hoy (¡por demanda popular!), volvemos a hablar del contraataque. Muchas son las razones que nos llevan a seguir mejorando este fundamento, que ha distinguido a algunos clubes e incluso a nuestra selección durante muchísimos años, pero al que a menudo no prestamos la atención necesaria, como dando por sentado que todos los equipos y jugadores saben como utilizarlo, cuando en realidad, una buena ejecución del mismo, requiere un montón de matices que desgraciadamente pasamos por alto.
Como siempre os digo, los ejercicios tienen su momento o su espacio dentro de una temporada, dentro de un entrenamiento, dentro de una planificación, pero ni hay que esperar que sean milagrosos, ni pensar que “no hay nada como un buen partidillo 5 contra 5 para correr”. Todo en su medida, es procedente.
Procuro siempre que mis ejercicios sean los más parecidos a una situación real, y aunque habrá quien prefiera otra metodología (totalmente respetable), creo que el rendimiento, la mejora de los matices y la implantación de hábitos que conlleva esta práctica, hacen de este un proceso adecuado para sacar el máximo rendimiento a medio y largo plazo.
JUGAD.: 3 grupos 4 BALON.: 1 PISTA: Toda DURAC.: 5-7m. OBS.: Mixto
El ejercicio en sí, no tiene más ciencia que crear dos filas de jugadores (atacantes vs defensores) encarados entre sí y que, a la orden del Entrenador, reaccionaran según los siguientes criterios:
Al acabar la situación de 4c3+1 en una dirección, enlazaremos a la vuelta sobre una estructura de 4c4 en la que, sin sacar de fondo -suceda lo que suceda-, también buscaremos no parar el balón, aprovechándonos y penalizando el más que probable desajuste en las asignaciones defensivas, para sacar algo positivo. La defensa por su lado, deberá reaccionar inmediatamente tras haber atacado, y frenar “como sea” esa nueva oleada en forma de contraataque rival, evitando así una bandeja, un triple o canasta sin oposición. Hay distintas estructuras que permiten trabajar desajustes defensivos y ofensivos en el contraataque o transición/balance defensivo, y que os iré colgando en las próximas semanas…, quizá con otros protagonistas.
Nada más, si algún detalle de este articulo os ha sido valido, ya me doy por satisfecho. No dejéis de querer aprender de mí o de cualquier otra persona que quiera compartir su bagaje. Un abrazo desde Minsk (Bielorrusia) donde he jugado hoy… y ganado, aunque en un mal partido. Seguimos en contacto.